Depresión antes de la menstruación: trastorno disfórico premenstrual
18 jul 2019
Hace algunos artículos atrás te hablaba sobre la fase premenstrual, las emociones esperadas, lo que prendía las alarmas y cómo hacer para cuidarte lo más posible y tomar tus previsiones.
A partir de ese artículo recibí varios comentarios de algunas de ustedes donde me contaban los múltiples síntomas emocionales que presentaban en esta fase y como las han acompañado por años, incluso cómo prácticamente paralizaban su vida, porque se les hacía muy difícil hacer cualquier actividad.
Antes de continuar, ¡No te acostumbres a vivir con nada que paralice tu vida!
Hoy quiero hablarte del Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM), una manifestación severa del Síndrome Premenstrual (SPM), que además está categorizado por la Asociación Americana de Psiquiatría en el DSM 5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) como un trastorno depresivo.
Así es, si padeces TDPM padeces un trastorno depresivo y como tal debe tratarse.
Según el DSM 5 los siguientes síntomas deben estar presentes la semana antes del inicio de tu menstruación, disminuir con su llegada y ser inexistentes una semana después de esta. Además, deben presentarse en la mayoría de tus ciclos:
Labilidad afectiva intensa (cambios de humor; de repente estás triste o llorosa, o aumento de la sensibilidad al rechazo).
Irritabilidad intensa, rabia, enfado o aumento de los conflictos interpersonales.
Estado de ánimo intensamente deprimido, sentimiento de desesperanza o ideas de autodesprecio.
Ansiedad, tensión, y/o sensación de intranquilidad o con los nervios de punta.
Disminución del interés por las actividades habituales (trabajo, escuela, amigos, aficiones).
Dificultad para concentrarte.
Letargo, fatiga o intensa falta de energía.
Cambio importante del apetito, sobrealimentación o anhelo de alimentos específicos.
Necesidad de dormir en exceso o insomnio.
Sensación de estar agobiada o sin control.
Síntomas físicos como dolor o tumefacción mamaria, dolor articular o muscular, sensación de “hinchazón” o aumento de peso.
Estos síntomas deben ser tan intensos que te imposibiliten realizar tus actividades diarias, influir negativamente en tu interacción social y productividad.
¿Qué causa el TDPM?
Hasta el momento la causa exacta es desconocida, pero puede estar asociada a la disminución de serotonina (el neurotransmisor de la felicidad) producto de los cambios hormonales.
Es necesario que indagues en tus antecedentes personales y genética, pues ambos son factores de riesgos.
Si antes has tenido episodios depresivos, acontecimientos traumáticos, cambios de humor estacionales (invierno) o episodios de ansiedad y estrés tienes mayor probabilidad de desarrollar TDPM.
Asimismo si otras mujeres de tu familia padecen SPM o TDMP eres más propensa a desarrollar este trastorno.
¿Cómo saber si padeces TDPM?
Esta es la única manera de saber si: 1) realmente padeces este trastorno, 2) se trata del síndrome premenstrual (que tampoco es normal y también requiere cuidado) o 3) estás experimentando el malestar esperado del cambio hormonal típico de esta fase.
Para registrarlo puedes hacerlo en cualquier app de ciclo menstrual, actualmente son muy completas y te permiten guardar una gran variedad de síntomas.
Pero mi recomendación es que lo hagas a la antigua, o sea con papel y lápiz, de esta forma, no solo podrás registrar tu síntoma sino su intensidad; puedes hacerlo con una escala del 1 al 10, en la que los síntomas con intensidad 8, 9 o 10 tienen una alta interferencia en tu vida diaria, imposibilitándote hacer tus actividades diarias.
Acudir con tu médic@ especialista:
Este punto es crucial para el tratamiento, ya que con un mal diagnóstico tenlo por seguro que tendrás un mal tratamiento.
Tu especialista es el o la encargada de determinar si realmente se trata de TDPM, o de otro trastorno mental como depresión mayor o trastorno de ansiedad, otras condiciones endocrinas o ginecológicas y en función de esto referirte o indicarte el mejor tratamiento para tratar tu condición.
¿Cuál es el tratamiento?
Cambio de hábitos (Alimentación antiinflamatoria y actividad física):
Principalmente una dieta antiinflamatoria, evitando alimentos ultraprocesados, harinas y azúcares refinados, lácteos, carnes rojas, café y cereales con gluten. Se incluye también el tratamiento con suplementos que te ayuden a contrarrestar los síntomas de forma natural.
Procura hacer actividad física, la que más te guste, camina, corre, baila, ve al gimnasio, lo que quieras, pero hazlo, el ejercicio es un antiinflamatorio natural.
Duerme, descansa, tómate el tiempo que tu cuerpo te pide. Haz actividades que te desconecten.
Tratamiento psicológico:
El tratamiento está destinado a enseñarte herramientas básicas para gestionar el estrés y las emociones, además técnicas que te permitan prepararte para la llegada de la fase.
El tratamiento hormonal suele estar enfocado en el uso de anticonceptivos hormonales, pues al inhibir la ovulación, controlan el desequilibrio hormonal. Sin embargo, no todos son adecuados, el indicado para ti quedará a juicio de tu doctor@.
Tratamiento psicofarmacológico:
Como te comentaba al principio el TDPM es un tipo de trastornos depresivo, por lo que su tratamiento es similar o igual al de un trastorno depresivo mayor, esto quiere decir que se indican antidepresivos y en algunos casos también estabilizadores del estado de ánimo y ansiolíticos, todo dependerá de cada caso.
Pero por favor, zapatero a sus zapatos, si tu ginecólog@ sugiere que debes tomar antidepresivos, pídele una referencia a psiquiatría y hazte evaluar por un o una especialista en el área, él o ella podrá indicarte la mejor opción para ti. No dejarías que un médico de trauma te prescriba tu píldora anticonceptiva ¿verdad? no dejes entonces que un médico de otra especialidad te indique tratamiento psicofarmacológico.
Desgraciadamente los síntomas premenstruales están muy normalizados y satirizados en nuestro entorno, lo que nos lleva a no darle la importancia que tienen, pensamos que “estamos locas” una semana al mes y ya, cuando pase volveremos a la normalidad, pero es importante que sepas que el TDMP no es juego, es una enfermedad mental, que al igual que todas, si no se trata puede agravarse muchísimo, pudiendo traer como consecuencia en el largo plazo, trastornos crónicos del ánimo, como la depresión mayor o el trastorno depresivo recurrente, en los que el riesgo de suicidio es muy alto.
¿Identificas en ti los síntomas del TDPM? Escríbeme a lucespedes.ps@gmail.com y conversemos, no permitas que se continúe repitiendo el malestar en cada ciclo, puedes comenzar a mejorar desde hoy.