Aprende a gestionar el estrés

5 jul 2019

Mujer sosteniendo su cabeza mirando hacia arriba con el cielo de fondo
Mujer sosteniendo su cabeza mirando hacia arriba con el cielo de fondo
Mujer sosteniendo su cabeza mirando hacia arriba con el cielo de fondo

¡Que útil sería una varita mágica de vez en cuando!

Sobre todo en esos momentos cuando queremos dejarlo todo y bajarnos del mundo un rato, cual Mafalda. 

En el articulo de hoy quisiera no solo darte algunas ideas para manejar el estrés, también quisiera mostrarte por qué te estresas, qué es eso que hace que tú te tomes las cosas de una manera y la persona que tienes al lado, de otra totalmente distinta. 

Como verás hay algunos eventos que por sí solos no son estresantes, es nuestra interpretación de ellos lo que puede hacer la diferencia.


¿Cuál es el origen cognitivo del estrés?

Cuando estamos ante cualquier situación, cognitivamente pasamos por dos etapas, en la primera evaluamos si eso que estamos viviendo representa una verdadera amenaza y luego si determinamos que lo es, evaluamos nuestros recursos, es decir, qué tan capaces creemos que somos de resolverlo y en función de este análisis interno, daremos una u otra respuesta. 

La evaluación que haces de tu capacidad para responder va a depender de:

  • Tus rasgos de personalidad

  • La confianza en tus recursos internos

  • Experiencias previas con este evento o alguno parecido 

  • Y el apoyo que percibes del entorno 

Si tienes problemas en alguno de estos 4 factores, tu respuesta no será la más adecuada, es decir, si tienes una personalidad ansiosa, si la confianza en ti misma está deteriorada, si es un evento nuevo y si no percibes apoyo en tu entorno más cercano, esa situación será muy abrumadora. y por ende te causará altos niveles de estrés.

Es muy importante tener en cuenta esto, antes de intentar seguir cualquier consejo porque justamente de esta evaluación previa dependerá también tu respuesta fisiológica, es decir que trabajando en cada uno de estos factores puedes modular la respuesta de tu sistema nervioso, endocrino e inmune ante las situaciones estresantes.

¡Ese nivel de poder tienes sobre tu cuerpo!


Sabiendo esto, pon manos a la obra 


1. Confía en ti:

Cuando un evento te supera se vuelve más que necesario mirar hacia adentro y confiar en tu habilidad para manejarlo, para encontrar una solución y salir victoriosa. 

Esto es posible si conectas con todas las experiencias donde lo lograste, piensa en lo más difícil que te ha tocado vivir hasta el momento y conéctate con esa fortaleza, con las habilidades que tuviste que poner en práctica para superarlo y que te llevaron al éxito. 


2. Cuida los pensamientos negativos:

Pensar que pasará lo peor y darle muchas vueltas a la situación en tu cabeza, puede destruir toda tu autoconfianza, así que concentra tus esfuerzos en intentar ver las cosas lo más neutrales que puedas, sin dejarte llevar por todo lo malo que pudiera pasar, recuerda siempre que la gran mayoría de esas cosas jamás pasa.

En este y este post encontrarás algunas ideas para afrontar los pensamientos negativos y la rumiación.

Justo de esto se trata el optimismo, de confiar en que tendrás la habilidad para manejar lo que te está pasando. 


3. Busca apoyo:

Busca la opinión de personas más experimentadas o que ya hayan pasado por este camino recién iniciado para ti. Pregúntales, toma ideas y pon en práctica lo que te funcione. 

Apóyate en tus personas de confianza, pero ten cuidado con exponerte al juicio o a la incomprensión, a veces no sabemos elegir las personas indicadas para confiarles nuestro problema y en lugar de encontrar un espacio seguro para desahogarnos y sentirnos comprendidas nos encontramos con un paredón de críticas que aumenta nuestra percepción negativa del problema, protégete de esto.


4. Aléjate de las satisfacciones inmediatas:

Una satisfacción inmediata es toda aquella actividad que inmediatamente después de hacerla te genera placer, tranquilidad, confort, pero pasado el tiempo, es dañina para tu cuerpo, te genera culpa y promueve el estrés crónico, caemos en ella porque es como el ibuprofeno para la fiebre, nos hace sentir un estado de bienestar inmediato pero pasajero. Dos de las más comunes son: atracones de alimentos altos en carbohidratos y consumo de drogas lícitas e ilícitas.


5. Sé amable contigo:

No tienes por qué saber manejar todo, no importa tu edad o cuántas experiencias difíciles hayas tenido, tienes derecho a quebrarte y no saber qué hacer, date el tiempo de procesarlo y cuida tu diálogo interno, ya las circunstancias son bastante difíciles como para añadirle más estresores al problema. 

Sé paciente y amable contigo misma. En lugar de decir “no puedo manejar esto” intenta cambiarlo por “ya estoy trabajando para poder manejarlo”


6. Autocuidado:

Virginia Woolf decía que toda mujer debe tener una habitación propia, si tomamos de forma más simbólica estas palabras, entenderemos que todas necesitamos un espacio nuestro en el que nos permitamos estar tantas veces como sea necesario para reconstruirnos, reponernos y seguir adelante. Este es justamente el espacio para el autocuidado, aprende a cuidarte mental, física y espiritualmente y construye tu propio espacio de renovación. 

En esteesteeste y este post encontrarás algunas ideas de autocuidado para comenzar desde hoy. 


7. Acude a terapia y trabaja en ti:

Es indispensable en momentos donde simplemente no podemos más

¿por qué todos los terapeutas insistimos tanto en la importancia de la terapia? 

Porque hay tantas maneras de responder ante los eventos como personas en el mundo, porque no existe la varita mágica, cada una de nosotras es única y lo que nos angustia es distinto porque está determinado por nuestra interpretación de los eventos. Lo mismo sucede con lo que nos calma, aunque hay actividades muy generales, como la meditación, el yoga, hacer ejercicio etc., estas no tienen el mismo efecto para todas, es necesario identificar qué es lo que te funciona a ti. 

Es necesario trabajar individualmente en eso que te ha llevado a ubicarte desde la desesperación y te mantiene al borde del colapso. Tener un espacio donde puedas digerir mejor lo que te pasa, trabajar en tu confianza para saberte capaz o incluso aceptar que hay cosas que no puedes controlar y aprender a soltar.

Si sientes que es el momento y necesitas comenzar a trabajar en ti para recuperar tu tranquilidad, estaré feliz de poder ayudarte en este camino, escríbeme y trabajemos juntas. 

Hasta la próxima semana,
Lu <3